Es momento de coger aire y prepararse para el último esfuerzo de la temporada, de manera que logremos tener éxito en nuestro estudio y poder disfrutar de un merecido descanso.
Aunque el cansancio haga mella en nuestro ánimo y el buen tiempo nos invite a pasar más tiempo haciendo actividades de ocio, es vital que encuentres la fuerza de voluntad para dedicarte a tus exámenes y lograr superar los objetivos de tu curso.
Como sabemos que no es fácil enfrentarse a esta época final de exámenes, te damos algunos consejos para estudiar, de manera que aproveches eficazmente este tiempo y logres aprobar todas tus materias.
– Organización previa: aprovecha estos días para poner en común las materias con tus compañeros, comprobar los conceptos que dominas y en los que debes trabajar, además de hacerte con los materiales que te apoyen durante tu estudio. Estas semanas previas son las idóneas para acudir a las tutorías para aclarar dudas y priorizar tu orden de estudio. Es recomendable no saltarse clases para quedarse estudiando, ya que estos últimos días los profesores suelen repasar las ideas más importantes y sugerir en qué puede consistir el examen.
– Planificación del tiempo: diseña tu calendario de estudio, distribuyendo las materias y el tempo disponible. Cumple tu jornada de estudio como si se tratara de un trabajo y siendo responsable con las tareas asignadas. Reparte el tiempo de manera que puedas estudiar con calma, sin agobios y con los descansos necesarios.
– Técnicas de estudio: según la materia y tus habilidades, apuesta por las formas de estudio que mejor vayan para cada asignatura. En materias más prácticas, invierte tiempo en realizar ejercicios, buscar modelos de examen y trabajar en equipo para resolverlos. En el caso de tener que retener muchos conceptos, dedica tiempo a realizar mapas conceptuales y diseñar esquemas que te sirvan para memorizar, relacionar ideas y para repasar los días previos al examen.
– Durante las semanas de exámenes: reparte el tiempo para repasar el temario con calma y con apoyo del material que has preparado durante las semanas de estudio previas. Dedica tiempo a descansar y a dormir lo necesario, de manera que te presentes al examen descansado y con la mente despejada.
– A tiempo de remontar los suspensos: comienza asistiendo a la revisión del examen y ver en qué has fallado. Recurre a la ayuda del profesor para entender tus errores y ver cómo puedes mejorar los resultados. Aprovecha que aún tienes la materia fresca para revisar tus apuntes, completarlos o contrastarlos con los de tus compañeros. Revisa tu forma de estudio y si ha podido no ser la más adecuada para el tipo de examen o los objetivos de la materia. Son semanas de trabajo duro y estrés, pero recuerda reservar tiempo para distraerte y realizar alguna actividad física que te ayude a desconectar y renovar energías.
El mayor problema que surge a la hora de aplicar estos consejos, muy buenos para saber esquivar nervios, es la enorme carga de trabajo que se tiene muchas veces a lo largo del curso y sobre todo en aquellas carreras más teóricas como derecho, filosofía, etc., en las que no se da el enfoque práctico que se las debería dar