Se trate de la generación que se trate, los recién graduados siempre se enfrentan a un contexto con retos y obstáculos para incorporarse al mercado laboral y comenzar en su primer empleo. Y es que son pocos los privilegiados que tardan menos de 6 meses en encontrar trabajo y que, sobre todo, obtienen un primer empleo en el que la cualificación y la retribución económica responden a sus metas laborales.
La inmersión en el mundo laboral, como todos los comienzos, es dura; por ello te vendrá bien conocer algunas de las dificultades a las que deberás hacer frente durante la búsqueda de tu primer empleo.
1. Tiempo: debes ser paciente y consciente de que la búsqueda del primer empleo puede llevarte de 6 meses a 1 año.
2. Escasa experiencia profesional: no te agobies por ello, todos han pasado por ahí. Destaca tus aptitudes, realiza prácticas y consigue cartas de recomendación.
3. La competitividad: encontrar trabajo es una competición donde es mejor saber cuáles son tus puntos fuertes y cómo puedes emplearlos a tu favor.
4. La escasa demanda: puede que el sector o perfil profesional que presentas esté masificado y sea más difícil destacar. Plantéate otras opciones que puedan ser complementarias y te ayuden a mejorar tu valor diferencial.
5. Las competencias exigidas: es normal que no domines todas las competencias exigidas o que no hayas podido desarrollarlas. Equilibra la balanza con tus méritos, conocimientos y proyectos en los que hayas colaborado.
Recomendaciones básicas para recién graduados que buscan empleo
– Dedica tiempo a realizar un CV atractivo, innovador y adaptado a tu perfil y al de las empresas a las que te diriges.
– Trabaja el networking, ya sea a través de la universidad, las redes sociales o los contactos que consigas en tus prácticas profesionales.
– Indaga sobre las competencias que puedes conseguir mientras buscas trabajo y que pueden añadir valor a tu perfil.
– Emplea tu tiempo en actividades que refuercen tu perfil profesional, ya sea con voluntariado u empleos secundarios con los que conseguir desarrollar habilidades y aprender cosas nuevas.
– Y, sobre todo, mantén una actitud positiva, optimista y lucha por conseguir tus metas laborales. Todo pequeño paso es un avance del que debes sentirte orgulloso.