El mindfulness y su popularidad han crecido como la espuma en los últimos años y se ofrece como el mejor remedio para gente estresada, estudiantes, trabajadores que quieren rendir más o personas que quieren mejorar anímicamente.
Esta práctica, básicamente, consiste en la occidentalización de parte de la filosofía oriental y la forma de darle un sentido y funcionalidad a la meditación en sociedades alejadas de formas de vida más espirituales. Pero como todo lo que supone una novedad, se tiende a desvirtualizar su uso y beneficios, conviriténdolo en un producto de marketing más.
A día de hoy, investigadores, médicos y psicólogos tampoco coinciden a la hora de definir qué es mindfulness y qué engloba su práctica. La meditación es un componente muy relevante con el que se relaciona, pero no todo el mindfulness está basado en la meditación ni recurre a ella para su desarrollo.
En lo que sí que coinciden los expertos es que el mindfulness es la idea de ser consciente del momento y trabajar la atención plena, objetivo que, de forma tradicional, se ha trabajado con la meditación, pero eso sí, como un proceso a integrar en el día a día, lento y que supone mucha dedicación.
Por tanto, digamos que el mindfulness busca conseguir los efectos de mejora de la atención, la concentración y la calma mental con prácticas más contemporáneas, rápidas y desapegadas de las filosofías que usan la meditación como método para evolucionar. Pero eso sí, una buena práctica de mindfulness y de los ejercicios en los que se basa pueden ser la clave para conocernos mejor y saber cómo potenciar nuestras fortalezas.
Esta metodología se comenzó a aplicar con directivos o deportistas de élite, sometidos a mucha presión y que debían mejorar sus capacidades mentales, pero ahora se ha extendido a centros sanitarios y académicos.
Para los estudiantes, practicar mindfulness puede suponer un cambio en su forma de enfrentarse a los retos del aprendizaje y fomentar su evolución intelectual. Practicar ejercicios basados en la meditación y la introspección son altamente recomendables para el aumento de la atención y la capacidad de focalizarse en el momento presente. Esto conlleva una mejor concentración y, por tanto, un estudio más efectivo y una mejora de la memoria.